¿Pero de que sirve?, preguntarnos tantas preguntas vacías, si no llenamos el hueco de la soledad, mientras caminamos cabizbajos hacia un horizonte inexplicable y confuso, lleno de rencor por recuerdos dolosos y sufrimientos inexplicables.
Y seguimos sofocándonos, sin razón, solo porque nos gusta, ¡claro que nos gusta!, porque así sentimos que vivimos, pero no porque sea agradable sentir que te mueres a cada instante, nos gusta porque queremos sentir que nuestra existencia vale algo, y cada vez que morimos recordamos lo mucho que pierde el mundo sin nosotros.
A veces, solo a veces, volteo al cielo e imagino que toda esa mancha azul brillante cae sobre nosotros, como castigo por no darnos cuenta que vivimos bajo el mismo techo, como recuerdo que somos una sola cosa repartida en millones y millones de vidas.
Y a veces, me pongo egoísta y quiero todo el mundo para mi, y que nadie lo toque porque nadie lo cuida, nadie hace nada y siento que cada persona es mas corta de vista que la anterior y siento que cada personas es mas ingenua que la anterior...y llego a un punto, donde cada persona anterior soy yo, y yo, soy el ultimo de esa larga cadena de personas.
Así las cosas, no se que deseo y siento y mucho menos pensar. Creo que siempre hay soluciones, solo que nadie quiere ni se atreve a llevarlas a cabo.
PD: digamos que dedicado a mi hermano y a mi.
1 comentario:
Jueeeee. te inspiraste. Tendre que leerlo varias veces. ya espero la segunda parte.
Publicar un comentario