Todo gira y gira...

He estado pensando un poco; no mucho porque mi mente no da mas; he pensado y le he dado mil vueltas a la misma idea desde hace unas semanas, no se si es porque he estado algo aislado de mi vida social ultimamente; en parte por las obligaciones y en parte por mi cuenta; pero me he dado cuenta que ya casi nadie le habla a nadie en la calle.

Veamos no estoy hablando de conocidos, para que si con ellos hablas cuando quieres y como quieres (a menos que no los soportes) pero como siempre a mi me suceden ciertas cosas raras como la señora de la lluvia. Bueno, ahora no fue una señora ni nada por el estilo ni siquiera fue mujer (una lastima porque iba una tipa en el bus...) fue un señor de esos que parecen que toda la vida han trabajado, que parece que la han pasado mal pero te sonrien de manera muy despreocupada.

Bien que te digan un "hola" no es nada extraño, que te saquen una platica de casi 45 minutos y que suceda en la misma ruta de buses y en el mismo lugar donde otra persona te hablo hace ya casi un año pues te hace pensar en algo como "Joan of Arcadia" o que vives en un anime, pero es muy curioso que te pasen cosas asi y te hace creer en las personas, algo que hace mucha falta.

Imaginense, te empiezan diciendo que si te gusta la musica del bus (ochentera) y terminan hablandote de que Jhose Lora y que la raza band y no se cuantas babosadas mas pero es algo que no sucede todos los dias (eso sin contar que le hacia burla a Vicente Fernandez xD ). Yo pues juro que no busco platicas menos en el bus, porque por ahi te puedes topar con algun marero desgraciado o algo.

Lo que si me sorprendio es que el viejo trabaja en el parqueo de la alcaldia, donde yo paso todos los dias y queda a la vuelta de mi casa.

La cosa es que a veces parece que andamos un poco apurados; todos, todo el tiempo andan aprisa, nadie saluda, nadie sonrie, nadie se fija que todos los dias esperas el bus con las mismas personas, en la misma parada de autobus a la misma hora todos los dias. Claro, se que muchas cosas no se puden hacer, el miedo, la pena y un moton de etceteras nos limitan.

Siento a veces que el mundo va demasiado rapido.